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Otras cirugías

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Vesícula biliar

En el perro, una de las patologías más frecuentes de la vesícula biliar es el mucocele biliar. Consiste en un acúmulo anormal de moco dentro de la vesícula biliar que acaba ocupándola por completo. Hay una hiperplasia del epitelio de la vesícula, y estas células epiteliales secretan una cantidad excesiva de moco.

Suele aparecer en perros mayores, y en ocasiones se asocia a enfermedades endocrinas, como Enfermedad de Cushing o Hipotiroidismo.

En muchas ocasiones el tratamiento es quirúrgico, se extirpa la vesícula biliar. La laparoscopia ofrece ventajas a la hora de operar estas vesículas ya que es menos invasiva y ofrece una mejor visualización de los órganos afectados. 

No todos los pacientes con mucocele son candidatos a laparoscopia, por lo que la evaluación preoperatoria es fundamental. 

Síndrome de ovario remanente.

En ocasiones, una perra o gata esterilizada presenta signos de celo al cabo de un tiempo. Esto suele deberse a la presencia de células de tejido ovárico no extirpadas durante la cirugía, o a la existencia de un tejido ovárico ectópico (en una localización anatómica atípica).

Para confirmar la existencia del síndrome, se pueden realizar test hormonales, citología vaginal y ecografía abdominal. Si el resultado es positivo, es recomendable operar.

La laparoscopia nos ayuda, ya que nos proporciona una imagen aumentada de alta definición, especialmente importante en estos casos ya que pueden ser estructuras realmente muy pequeñas.
 

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