El mucocele biliar es una patología relativamente frecuente en la especie canina. Los perros presentan esta enfermedad con más frecuencia que los gatos y que los humanos. Se diagnostica fundamentalmente en animales mayores, a veces asociado a otras enfermedades como enfermedad de Cushing o alteraciones hepáticas.
El mucocele en el perro se diagnostica mediante pruebas de imagen (ecografía). Existen diferentes estadios de la enfermedad. En las etapas iniciales, muchas veces no hay ningún síntoma, pero a medida que avanza la enfermedad puede haber vómitos, dolor abdominal o fiebre....
El tratamiento médico no suele ser eficaz para resolver la patología, aunque puede retrasar el empeoramiento del cuadro en fases iniciales. El tratamiento definitivo es quirúrgico, se realiza una colecistectomía (extirpar la vesícula).
Esta cirugía se puede hacer por laparoscopia, siempre con una evaluación individual del paciente que nos muestre que es un buen candidato para esta técnica. Las ventajas de operar la vesícula por laparoscopia son una mejor y más rápida recuperación con menos dolor y un retorno a la actividad normal más rápido.
En el vídeo se puede ver la intervención de una perrita con mucocele biliar, en la que se realiza una colecistectomía laparoscópica. Su recuperación fue rápida y muy buena, por lo que ya está en casa haciendo vida normal.
Ana Rubio
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