En ocasiones, una gata o perra esterilizada puede presentar de nuevo signos de celo. Esto se conoce como síndrome de ovario remanente, y es lo que le sucedió a la gata MISI. Es una gatita común europea de 3 años que fue esterilizada a los 7 meses de edad. Hace unos 8 meses que sus propietarios observaron que volvía a tener conducta de celo. Cuando observaron que esto se repetía, acudieron a nuestra consulta. Mediante una ecografía se pudo comprobar que se había desarrollado tejido ovárico en la región abdominal craneal derecha. Esto, aunque es poco frecuente, puede suceder si queda alguna pequeña porción de tejido ovárico durante la cirugía de esterilización, o también en gatas que presenten tejido ovárico ectópico (en una localización atípica).
MISI fue intervenida por laparoscopia, y tuvo una muy rápida recuperación, sin puntos externos, y se le pudo extirpar todo el tejido ovárico remanente.
La laparoscopia es una excelente técnica para este tipo de cirugía, ya que al presentar la imagen en alta definición y ampliada, hace más fácil la localización de este tejido ovárico cuando es de pequeño tamaño.
Existe otro causante?
Mi gata fue operada y continuaba con celo, la volvieron a abrir para revisar y solo encontraron un quiste y lo retiraron.
Pero continúa con celo. Que puede ser?